Una multitud canta al unísono en Alcoy

Miles de voces cantaron anoche el «Nostra Festa ja» al tiempo que los músicos interpretaron la partitura de Gonzalo Barrachina para abrir los días grandes de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy. Fue un aviso musical que tuvo como protagonista a Daniel Ferrero Silvaje. El hijo de José María Ferrero tuvo el honor de dirigir a veinte bandas en el Himno que anunció la Trilogía dedicada al patrón San Jorge. Fue un momento emotivo que levantó numerosos aplausos del público congregado en la plaza de España y en las calles aledañas y que sirvió, también, para rendir un homenaje al Mestre Ferrero al cumplirse 25 años desde su fallecimiento.

La tarde se inició con la Fiesta del Pasodoble. La Unió Musical d’Agres fue la encargada de inaugurar la comitiva de músicos. Esta banda de El Comtat, al igual que harían el resto de formaciones, recorrió la avenida del País Valencià, calle San Lorenzo hasta llegar a la Bandeja de la plaza de España. Tras esta formación llegarían hasta 19 más, configurando un auténtico concierto de música festera, con piezas muy variadas y multitud de compositores, desde los más clásicos hasta otros más contemporáneos.

Poco a poco, las calles céntricas fueron llenándose de público, hasta llegar a las nueve de la noche, hora en la que, aproximadamente, la Primitiva hizo su entrada en la plaza de España, con el Sant Jordiet David Giner Abascal a la cabeza. Acto seguido, se produjo el ritual habitual de la batuta, que el Sant Jordiet entregó al director Daniel Ferrero, el cual se dirigió a la tribuna, entre la expectación y los aplausos del público. De inmediato, alzó los brazos para dar la entrada y dirigir a las veinte bandas y la coral de muchos miles de voces, que entonaron la letra del Himno de Fiestas por dos veces, como es habitual. Bajo la batuta de Ferrero no sólo estuvieron los centenares de músicos, sino que también se giró para dirigir a los espectadores y coral que tenía detrás y a los lados.

El director se mostró muy emocionado y contento tras el acto, indicando que la dirección del Himno «evidentemente, se la dedicado a mi padre» además expresó que «lo que se siente es único y lo he disfrutado».

La primera anécdota de las Fiestas se produjo en los instantes finales del Himno, ya que los fuegos artificiales se lanzaron unos segundos antes de que hubiese acabado, para sorpresa general. El Himno terminó, ente los aplausos y algún silbido del público, por el inesperado percance. Con todo, la música llamó a la Fiesta.

 

Fuente: www.diarioinformacion.com

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *