Hemos disfrutado de los diferentes actos que conforman la fiesta, el sábado con un vermut medieval, por la tarde con un ensayo infantil y con las Embajadas, donde las tropas moras entran en la ciudad para pedir a los cristianos la entrega de la ciudad, petición que es denegada y que hará que la batalla del día siguiente sea inevitable.
Domingo, y acompañados por un día soleado y caluroso, empezamos con la entrada infantil que concluyó en la plaza Sant Joan con la presentación y concurso de bandas. Por la tarde las capitanías lucieron sus boatos y las comparsas desfilaron con sus mejores galas. Por la noche, y en el marco incomparable que tiene nuestra ciudad, la Seu Vella, realizamos la batalla que, después de los parlamentos de los dos capitanes, dió la victoria al bando moro.
Rosabel Escartín
Associació de la festa de
Moros i Cristians de Lleida