Izquierda Abierta califica de aberrante la actuación machista del Ayuntamiento en la celebración del desfile de Moros y Cristianos

Nos parece vergonzosa esta actitud machista por parte de los organizadores, no entendemos como el Ayuntamiento aprueba o incita a estas conductas que significan un paso atrás muy importante en un tema tan sensible para nuestra sociedad como es el machismo. Ya el año pasado comenzaron a verse actitudes misóginas cuando prohibieron a las mujeres montar a caballo y en la comida que se realiza como recompensa por el esfuerzo, los hombres que habían participado en los diálogos si podían llevar a sus parejas y sin embargo las mujeres no.

Fue hace ya muchos años cuando las mujeres comenzaron a participar de forma igualitaria en nuestras fiestas, cuando por primera vez, además de tener representación en la tropa fueron designadas una reina mora y otra cristiana que subieron a sus caballos, alzando con ellas a todas las mujeres de Carboneras a lomos de la modernidad, de la participación más o menos igualitaria en los acontecimientos públicos y aún en los privados, se había ganado un derecho, ya no había que ocupar un papel secundario, si un hombre montaba a caballo una mujer lo hacía con el. Ahora sin embargo, nuestro Ayuntamiento las ha descabalgado arrebatándoles un legítimo derecho por el mero hecho de ser mujeres aludiendo para hacerlo a un supuesto respeto a la tradición y olvidando conscientemente que en la actualidad la representación femenina está en torno al 90% y es un raquítico porcentaje de hombres el que invierte su tiempo y esfuerzo en dar el mayor lustre posible a la tradicional relación de moros y cristianos de nuestro pueblo.

A nuestro modo de ver nuestros gobernantes confunden tradición con discriminación y nos sorprende que las mujeres que componen este equipo de gobierno (que por cierto cobran la mitad que los varones) no pongan el grito en el cielo ante estas conductas humillantes y vejatorias para su género.

El machismo hace un daño brutal a nuestra sociedad y es obligación de todos los ciudadanos y mucho más por parte de las administraciones, conseguir acorralarlo para reducirlo y que desaparezca de una vez para siempre, sin embargo con actitudes extremadamente machistas como estas no hacemos si no darle aire para que se crea en el derecho de vigilar que pueden y qué no pueden hacer las mujeres.

El concejal de Festejos, que ahora es Felipe Cayuela, tiene que explicar si está de acuerdo o no con estas nuevas formas, si piensa realmente que un hombre vale más que una mujer, y en caso de no estar de acuerdo debe hacer valer su autoridad y erradicar el machismo de nuestros festejos enfrentándose a quien tenga que enfrentarse.

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